Los españoles cuando hablamos utilizamos muchas muletillas. Algunas personas las ultilizan mucho más que otros.
Para intentar explicar qué es esto de lo que trata nuestra entrada, vamos a ver este vídeo que es muy ilustrativo:
Son expresiones que para los estudiantes de español son una pesadilla porque no añaden significado y simplemente son recursos para enmascarar la falta de vocabulario, para pensar lo que queremos decir, darle más expresivdad, tomarse tiempo…
Algunos estudiantes tienen problemas para distinguir entre las palabras: «solo» y «único». En particular los estudiantes francófonos.
El diccionario de la RAE no ayuda mucho.
Vamos a intentar simplificar:
«Solo» = sin compañía
«Único»= exclusivo
El diccionario de la RAE no ayuda porque en una acepción de «solo» incluye también «Único en su especie»
Y en una acepción de «único»incluye la palabra «solo»
Además ahora , con la eliminación de la tilde, podemos encontrar la palabra «solo» con el significado de «solamente»; cuando,antes, era distintivo el acento gráfico: «sólo»
Entonces, nosotros para simplificar, vamos a usarlas como hemos explicado arriba:
Este blog no existiría sin mis alumnos. Son ellos los que me estimulan, los que me plantean cuestiones, directa o indirectamente; los que me hacen avanzar siempre. Así que, os quiero aquí, claro. Vuestra opinión es tan importante que la voy a forzar un poquito en esta entrada. ¿Me ayudáis? Gracias
Descubrí la fuerza de la palabra en una clase de literatura en segundo de BUP. Aleixandre tuvo la culpa y «sus labios como espadas» entraron en mí para descubrirme que la palabra era un arma cargada de futuro. Y a ese futuro me entregué, sin saber bien cómo ni por qué, ni para qué.
Así que podría decir que soy profesora de español gracias a la poesía y que la poesía ha hecho de la palabra la arcilla de mi vida. Gracias pues a Miguel Hernández, a Blas de Otero, a Antonio Machado, a Pessoa, a Eduardo Galeano, a Luis Cernuda, Celaya, José Hierro…a tantos. Soy lo que soy y soy esto también: algo muy simple y tan hermoso.. La imponente voz de José Hierro
He aprendido mucho y no deja de sorprenderme la emoción ante algunos milagros:
Después de todo, todo ha sido nada, a pesar de que un día lo fue todo. Después de nada, o después de todo supe que todo no era más que nada.
Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!». Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!». Ahora sé que la nada lo era todo, y todo era ceniza de la nada.
No queda nada de lo que fue nada. (Era ilusión lo que creía todo y que, en definitiva, era la nada.)
Qué más da que la nada fuera nada si más nada será, después de todo, después de tanto todo para nada.
José Hierro
Después de este descubrimiento y sin saber muy bien qué quería hacer profesionalmente, por una casualidad (una amiga alemana de una amigo necesitaba unas clases), me vi dando clases de español antes de acabar la carrera de Filología Hispánica. Y me encantó. Eso era lo quería hacer el resto de mi vida.Hice un máster de especialización y aquí sigo. Aprendiendo, conociendo a gente de todo tipo, compartiendo y disfrutando cada día. Alguna vez he dicho, no sin cierto sonrojo, que muy frecuentemente, cuando voy a clase, tengo la sensación de ir de fiesta. Es todo un lujo, lo sé. Aunque tiene sus contrapartidas.
La primera es la inestabilidad. Soy autónoma y voy por libre, por lo tanto nunca sé si comeré el mes siguiente. Esto con el tiempo se me hace más cuesta arriba.
La segunda , el deterioro que la profesión va sufriendo progresivamente: en España hay cuarenta millones de personas capaces de hablar español y, por lo tanto, parece que son capaces también de dar clases. El intrusismo en nuestra profesión es brutal: no tengo datos, pero me arriesgaría a decir que es la profesión con mayor intrusismo del mundo mundial. Las consecuencias son claras: nuestra remuneración ha caído en picado y no sé si el prestigio y la profesión también. Encontrar trabajo se ha convertido en una odisea y cuando se encuentra la retribución se asemeja más a la de una tarea esclavista que a la de un trabajo digno. Contra eso hemos de luchar cada día y cada día es una aventura.
A mí, mi profesión me ha hecho y me hace muy feliz y espero poder seguir ejerciendo toda mi vida.
EL FUTURO ESTÁ EN PROTEGER LA BIODIVERSIDAD DE ESTE ESPACIO. PROTEGEMOS EL ÚLTIMO RINCON DE NATURALEZA QUE LE QUEDA A LA CIUDAD Y QUE QUIEREN ARRASAR PARA CONSTRUIR 8.600 VIVIENDAS
Soy una vecina de Alcobendas. No pertenezco a ningún partido. No tengo muchas opciones para luchar contra lo que me hace infeliz y he decidido que esta será una de ellas. Alguien dijo hace mucho tiempo que "la poesía es una arma cargada de futuro" (Gabriel Celaya) y yo, que no soy política, ni economista, ni abogada, ni científica, ni naturalista..., a mí, que no soy nadie sólo me queda la palabra (Blas de Otero) e intentar tejer poesía que me permita dar la batalla y cargar , al menos, sólo al menos, mi voz de futuro.